jueves, 10 de junio de 2010

CANTO A LA LIBERTAD_Jose Antonio Labordeta

Habrá un día en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga Libertad.

Hermano, aquí mi mano,
será tuya mí frente
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar,
huracanes de miedo
ante la Libertad.

Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando Libertad.
(estribillo)

Sonarán las campanas
desde los campanarios,
y los campos desiertos
volveran a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.

Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la Libertad.

También será posible
que esa hermosa mañana,
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver,
pero habrá que empujarla,
para que pueda ser.

Que sea como un viento,
que arranque los matojos,
surgiendo la verdad
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la Libertad.
(estribillo)

Vamos juntos_Mario Benedetti/Luis Pastor

Vamos juntos compañero,
compañero te desvela
la misma suerte que a mí
prometiste y prometí
encender esta candela.

Con tu puedo y mí quiero
vamos juntos compañero.

La muerte mata y escucha
la vida viene después
la unidad que sirve es
la que nos une en la lucha.

Con tu puedo y mí quiero
vamos juntos compañero.

La historria tañe sonora
su lección como campana
para gozar el mañana
hay que pelear el ahora.

Con tu puedo y mí quiero
vamos juntos compañero.

Ya no somos inocentes
ni en la mala ni en la buena,
cada cual en su faena
por que en esto no hay suplentes.

Con tu puedo y mí quiero
vamos juntos compañero.

Algunos cantan victoria
por que el pueblo paga vidas,
pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia.
pero habrá que empujarla,
para que eso pueda ser.

Con tu puedo y mí quiero
vamos juntos compañero.

lunes, 7 de junio de 2010

EL CUENTO DE NUNCA EMPEZAR

Texto y dibujo: Mariano G Mangada
Multicopista: Pepa
Edición privada. Se agradece la reproducción
Cartagena Enero 1982. 500 ejemplares, 25 pts



Había una vez un país perecido a todos los países parecidos a él.
En este país vivía una niña llamada Nica que estudiaba para protagonista de un cuento.
En realidad la niña se llamaba Nicanora, por su abuela; pero todo el mundo, por economía y compasión, la llamaba Nica.
Y ¿ de qué va a ir tu cuento, Nica?,
le preguntaban las amigas.
-Va a ser un cuento muy bonito. No hay reyes ni roques, ni ricos ni pobres, ni guerras.
Las mujeres y los hombres son iguales y se quieren los domingos, los lunes y los jueves, por lo menos. Y hay un Congreso con más diputadas que diputados.
_No le des tanto al pegamento, tía, le decian las amigas.
Eso no es un cuento; es un chollo camino de ser un capullo.
Los protagonistas de los cuentos son siempre los tíos: Pulgarcito, Robinson, Pinocho, Pinochet y etcétera, ¿ te enteras?
_Capullos vosotras. Y Alicia ¿qué?

Nica estudiaba todo lo que podía y más. Se estudió el Teorema de Pitágoras en versión estereofónica; la cria del gusano de seda en la China meridional, la ecuación del paro creciente habiendo tantas cosas por hacer y eso en números complejos, la guía de teléfonos al derecho y al reves, un cuaderno de versos de su abuela y hacía todas las sopas de letras que caían en sus manos.
A si fue descubriendo muchas cosas. Por ejemplo, que los tanques de chocolate salian mas baratos que los de hierro y además los niños se los podían comer al acabar los defiles y que, en vez de mandar dos tíos a la luna, se podía hacer una sarten de migas para que estuvieran comiendo todos los hambrientos de la tierra sin parar hasta el mes de Junio del año 2321, teniendo en cuenta los años bisiestos.
Casi todos los miercoles que hacía sol, Nica le decía a su madre:
_Mamá, ¿ tú cres que voy a poder ser protagonista de mi cuento? Sería tan bonito...
_ Pués claro que sí, hija, le contestaba su madre; pero ahora tienes que traerme aceite y unos tomates de la tienda y luego friegas el suelo y los platos, que tu hermano tiene que estudiar.
_Pero mamá, si él no quiere ser protagonista de nada.
_Ya lo sé, hija, pero estudia para hombre.
Nica siguó haciendo las faenas de la casa y estudiando sin parar cosas para su cuento.
Cuando tuvo 20 años, le parecio que ya era hora y le dijo a su padre:
_Papá, ya estoy muy bién preparada ¿ Me llevas al Banco de los cuentos y pedimos un crédito para el mio?
_Claro que te voy a llevar un día, hija, le contestó su padre; pero ahora no puede ser: tengo el piso hipotecado y hay expediente de crisis en la empresa. Además, te tienes que casar, porque todas las mujeres, aun las de los cuentos, se casan.
Entonces Nica se casó con un chico que trabajaba en los albañiles y se llamaba Pedro, y tuvo siete hijos. Además de llevar la casa y cuidar de los niños, Nica tenía que echar algunas horas haciendo portales y escaleras, pero todavia por las noches seguía estudiando para ser protagonista de su cuento. Ahora estudiaba las relaciones entre las Profecías de Nostradamun y el Indice de Precios al Consumo, dos manuales de Derecho Canónico, herencia de un tio cura, y un libro muy gordo sobre las termitas donde explicaba muy bien cómo, juntandose todas, eran capaces de cargarse murallas enteras por más altas que fueran. Esto último le daba mucho gusto.
Cuando Nica se quedó viuda y se le casaron los siete hijos, le quedó un poco más de tiempo libre y se dijo:
_ Ahora sí que voy a poder ser protagonista de mi cuento.
Entonces se apuntó a los grupos feminosos del Partido Socialero Comunero, porque veía que el rollo que llevaban se parecía bastante a su cuento. Pero también allí había siempre algo más urgente que hacer: pegar carteles, poner remiendos a la democracia, convenir convenios, reunisse en reuniones y eso.
Total, que al final de su vida, como toda la gente, Nica se murió.
Dicen que sus últimas palabras fueron:
_A lo mejor es aún demasiado pronto para mi cuento.
En el cementerio le pusieron una lápida con su nombre: Nica.
Unos días despues, alguien, no se sabe quién, puso debajo del nombre un letrero con spray verde que decía:
_Protagonista del cuento de nunca empezar.